miércoles, 16 de enero de 2013

SAN MARTÍN DE FRÓMISTA RECIBE 52.430 VISITANTES EN EL AÑO 2012

            La iglesia de San Martín de Frómista ha recibido un total de 52.430 visitantes a lo largo del año 2012, lo que supone una reducción del 8,12% con respecto a las visitas recibidas durante el año 2011, año en que la este monumento recibió 57.061 visitas. Según fuentes de la Comisión de Seguimiento de dicha iglesia, esta disminución puede considerarse normal habida cuenta de la situación por la que atravesado nuestro país durante el último año. Así, ya en el mes de abril se tomó la decisión de permitir el libre acceso al monumento a todos aquellos parados que acreditasen estar en tal situación.
            Un desglose más detallado de las estadísticas permite observar que el descenso se basa en el turismo nacional (39.586 visitantes en 2012 frente a los 44.553 recibidos en el 2011), ya que el turismo internacional ha aumentado, si bien mínimamente, su aportación a la estadística (12.844 visitantes en 2012 frente a los 12.508 del 2011 –lo que supone un 2,62% de incremento-), en línea con el aumento de peregrinos que se ha registrado este año según han informado diversas fuentes gallegas sobre afluencia de peregrinos a Santiago de Compostela. También estadísticamente se puede decir que el descenso de turismo nacional se ha centrado en la segunda mitad del año, sobre todo en los meses de verano: julio, agosto y septiembre.
            Por países, sigue el dominio del turismo alemán (3.275 visitantes), seguido de los franceses (2.463) e italianos (1.239), si bien todos estos países han disminuido su aportación estadística, aumentado los visitantes procedentes de Estados Unidos (603) y de Japón (539) país este último que parece apostar por la introducción del Camino de Santiago entre las rutas turísticas a ofrecer a sus habitantes.
            Por último añadir que, aunque de momento se reciban ciudadanos de países del Extremo Oriente de una manera meramente testimonial, se nota un cierto incremento de coreanos que se lanzan a realizar el Camino de Santiago y, como dato curioso, decir que este año se han recibido algunos turistas y peregrinos de lugares tan exóticos como las Filipinas, Indonesia o Trinidad y Tobago.
            Además de mostrar su satisfacción por las cifras de visitantes recibidos en este pasado año, la Comisión de Seguimiento también está realizando la restauración de las tablas del políptico de Santa María del Castillo, expuestas en el Museo de San Pedro, para que recuperen el esplendor que tuvieron en el pasado y se muestren a los visitantes en un estado lo más semejante posible al que tuvieron cuando dicho retablo se pintó. Por último, la Comisión de Seguimiento estudia la posibilidad de que el templo pueda recuperar, en parte, la función religiosa para la que fue concebido en sus orígenes.

martes, 8 de enero de 2013

La iglesia de San Pedro comienza a edificarse en el siglo XIV y su construcción se desarrolla durante varios siglos, pues su portada es renacentista faltando en ella un cuerpo superior que iría sobre el construido, que semeja un arco de triunfo. Un seña de identidad de la iglesia de San Pedro es su eje torcido. Quien entre en ella, verá enseguida que la iglesia no está recta, sino que su eje forma una ligera curvatura. En los dibujos de las bóvedas se va viendo la evolución del estilo gótico, pues son muy sencillos en la cabecera y muy elaborados en la zona del coro y sotocoro.
Como iglesia parroquial que es, en ella se encuentran retablos junto con otras imágenes escultóricas y pinturas que os detallaré en otros mensajes. Así mismo, en un futuro os hablaré del Museo que aloja San Pedro en unas capillas laterales, ya que todo ello se merece un espacio más amplio.

Comentada la arquitectura, se puede destacar del templo algunas de las obras que en ella se conservan, como por ejemplo los dos cuadros de Gregorio Ferro (discípulo de Mengs) en los que se representa a San José con el Niño y un Cristo Crucificado, ambas obras del siglo XVIII y que en origen pertenecieron al desaparecido monas-terio benedictino que ocupaba el solar en el que en la actualidad está el Centro de Salud.
El retablo mayor es de estilo renacentista y en las pinturas se puede observar momentos relaciona-dos con la vida de S. Pedro (cuando es llamado por Cristo para ser su discípulo y su martirio) y San Pablo (su conversión y su martirio), ambos santos titulares del templo. Por la iglesia también se encuentran diferentes esculturas, algunas de ellas de tipo devocional, del siglo XVIII, mostrando diferentes már-tires con los atributos de su martirio sobre bandejas que portan en sus manos (Santa Águeda -sus pechos- y Santa Lucía -sus ojos-) y pensadas para mover a la devoción popular.

Un elemento muy importante de la iglesia de San Pedro es el órgano ibérico. Este órgano es del siglo XVIII, para mi gusto bastante sobrio en sus formas, ya que no tiene ninguna decoración como nos pueden ofrecer, por ejemplo, los de Santoyo o Támara. Fue construido por los hermanos Antonio y Tomás Ruiz en el año 1788. Aunque vecinos de Sasamón, Tomás Ruiz se establecerá en Frómista, desde donde acude a construir o arreglar los órganos que contrata. La decoración de la caja, a la que antes aludía, se limita a unos listones dorados y tonos marrones y verdes jaspeados. Fue restaurade en 1998. En el frente hay un torreón de 9 tubos cantantes en mitra y dos castillos laterales, con 11 tubos cantantes cada uno.
Simplemente añadir que las características técnicas del órgano están tomadas del "Inventario de los Órganos de la Provincia de Palencia" editado por Araduey-Campos en el año 2008.

jueves, 3 de enero de 2013

Pequeño esbozo sobre San Martín.


Como ya comentamos en nuestro Facebook, vamos a recopilar las entradas en las que comentamos algunas cosas sobre los recursos turísticos de Frómista. Empezamos con lo poco que comentamos de la gran joya románico que atesora nuestra localidad.
El mayor atractivo turístico de Frómista es la iglesia de San Martín de Tours. Es un templo románico de la segunda mitad del siglo XI, mandado edificar por Doña Mayor de Castilla y que ha llegado a nuestros días en parte gracias a la restauración que se hizo entre 1896 y 1904, momento en que fue despojada de los añadidos que amenazaban con derruir todo el templo. De sólida arquitectura románica, encontramos en ella todos los elementos típicos de este estilo, basado en la utilización del arco de medio punto. Destaca la decoración, fundamentada en dos elementos: los canecillos que adornan todos los aleros de los tejados en el exterior del edificio y las capiteles, que se encuntran tanto fuera como dentro de la iglesia y que están decorados con motivos vegetales, animales e historiados (estos últimos muestran escenas de diferentes tipos en las que los protagonistas son personajes humanos).